martes, 13 de enero de 2015

2da. Parte: CREACION DEL DEPARTAMENTO DE CANELONES EN EL PERIODO ARTIGUISTA

     Las estancias, avanzadas de la colonización, eran el centro del pago, un referente en los caminos y una defensa ante los malones de indios, que se resistían a perder sus tierras; aunque el gran peligro en la Banda Oriental eran los ataques portugueses. El casco, que se erigía en una loma, los ranchos vecinos, los corrales y la capilla fueron el origen de núcleos poblados.
         Acevedo Díaz en la novela  "Ismael" pinta una jornada típica: "En la estancia de Capilla Nueva se paraba rodeo para apartar reses y con ese motivo se habían reunido en el campo más de sesenta hombres... Tres novillos asados, pasteles, tortas y mate cimarrón constituían, con un regular número de botas de caña, los manjares y brebajes del banquete campestre... Junto a un corral de palo a pique se jugaba a la taba.... Bajo un ombú gigantesco dos  guitarristas entonaban sus décimas."
         De esas estancias surgió en gran medida el elemento humano que participó en la Revolución de 1811. Junto al propietario iban los peones, los capataces y gauchos errantes que se acercaban a las grandes faenas de ganado.
         También "en todo el pago del Canelón Grande el paisanaje andaba  revuelto." El Sauce y Las Piedras estaban cerca.
         En el mes de abril de l8l3 el Gobierno Patrio se trasladó a la villa de Guadalupe (actual ciudad de Canelones) debido a su ubicación estratégica (nudo de camino y centro de tránsito) y por su situación material y social favorable.
         El 27 de enero de l8l6 se realizó la primera división administrativa del territorio de la Provincia Oriental. Si bien al norte del Río Negro las zonas continuarían siendo atendidas por Alcaldes y Comandantes Militares, al sur se crearon seis departamentos que serían gobernados por sus respectivos Cabildos:
        - Montevideo.
        - Maldonado (con Rocha y Minas).
        - Soriano.
        - Guadalupe de los Canelones.
        - Colonia.
        - San José (con Florida y Porongos).

       En la zona del Canelón Grande, Fernando Muñoz, que según  Oscar Mourat, había comprado parte de los campos de Sierra, enfrentando diversas dificultades, desarrollaba  la actividad rural con su familia. El casco de su estancia, como todas las de la época, tenía tres o cuatro construcciones  de barro, con troncos que sostenían el techo de paja brava, una enramada espaciosa, una huerta y una tahona para fabricar harina...
       Pasado el tiempo, en l825, siendo viudo repartió la estancia entre sus hijos Baldomero, Pedro Antonio y Gervasio. Según escrituras del Escribano Teodoro Montaño (de Guadalupe) Gervasio Muñoz,  casado con Gregoria Dutra, adquirió otros campos en ese mismo año y en 1826.
                           (Continuaremos en la tercera parte)

                                                              Julio Lasa
                                                                27/7/l4



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